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Lasarte

El 14 de junio, nuestra búsqueda de experiencias gastronómicas culminó en Barcelona, donde visitamos Lasarte, el último restaurante de tres estrellas Michelin en España que nos quedaba por explorar. Bajo la dirección del renombrado chef Martín Berasategui, Lasarte prometía una velada memorable y una despedida apoteósica de nuestra travesía por la alta cocina española.

El menú degustación nos llevó por un viaje culinario que comenzó con una serie de aperitivos, cada uno más innovador que el anterior. La primera sorpresa fue una ostra escabechada cítrica, acompañada de un caldo corto de ave, sopa de hibiscus y coco, y un granizado de rabanitos. Una combinación vibrante de sabores y texturas que refrescaba el paladar de manera sublime.

Le siguió un plato de hinojo, «esperdenyes» y salsa yodada al caviar Beluga, una delicadeza marina que nos transportó a la esencia del Mediterráneo. El tartare de calamar con jugo de manzana verde y emulsión de regaliz ofrecía un equilibrio perfecto entre dulzura y umami, un plato que destacaba por su frescura y originalidad.

El «mar y montaña» con un consomé de vegetales y tubérculos olvidados fue una oda a la cocina tradicional reinventada, mientras que el dúo de carabineros y aguacate, apio, tomate y menta aportaba un toque refrescante y exótico. El ravioli de crustáceos y su esencia, burrata y Champagne nos dejó sin palabras, con una combinación de sabores que danzaban armoniosamente en cada bocado.

El besugo asado, acompañado de un ragú de cañaillas y berberechos en un fondo de nécora, y una crema fina de pistacho y anís estrellado, elevó la experiencia a un nivel superior. El lomo de corzo marinado, servido con raíces a la trufa, crema de amarena, radicchio de Treviso y pimienta rosa, fue un plato contundente y sofisticado que destacó por su intensidad y profundidad de sabores.

Para cerrar, los postres ofrecieron un final dulce y refrescante. El cremoso de albahaca, lima y bergamota, seguido de un innovador «chocolate vegetal», proporcionaron un cierre perfecto a una comida excepcional. Los petits-fours añadieron el toque final, completando una experiencia culinaria de alta gama.

Aunque tanto el trato como la comida fueron excepcionales, no pudimos evitar sentir que Lasarte no alcanzaba del todo el nivel del restaurante principal de Martín Berasategui. Además, el precio de las bebidas nos pareció excesivo, sumándose al elevado costo del menú, uno de los más caros entre los restaurantes de tres estrellas Michelin en España, con un precio de 345€. Uno de los camareros se dio cuenta de que nos dedicábamos a la crítica gastronómica, lo que quizá influyó en la atención meticulosa que recibimos.

A pesar de estos detalles, la visita a Lasarte fue una experiencia inolvidable, un cierre adecuado a nuestra ruta por la élite de la gastronomía española, dejando un sabor de boca que perdurará en nuestra memoria.

Tipo de cocina

Creativa

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